Biografía
A los 17 años, sin proponérselo, Verónica descubrió que era maestra jardinera. Además de su carisma y ternura, un talento natural para dibujar y pintar le ayudaron a ganarse el amor de un grupo de alumnitos fascinados con las imágenes que ella les regalaba. Más adelante llegaron los hijos y los sobrinos quienes también aprendieron a disfrutar de su arte. Su cariño por los niños es sólo comparable con el que siente por la naturaleza, ánimo que se refleja en sus pinturas. La ilustración de cuentos infantiles era un proyecto pendiente.